La Escuela de Atenas

La Escuela de Atenas
En el centro podemos apreciar a Platón, sosteniendo el Timeo y apuntando hacia arriba, al mundo de las ideas, y a Aristoteles, con la ética en brazos y apuntando hacia abajo, a la realidad objetiva y lógica, a los alrededores están Pitágoras, Heráclito, Euclides, Ptolomeo, Epicuro y Zenón entre otros.

jueves, 6 de octubre de 2011

No es un Telescopio. Es un RADIOTELESCOPIO

Hace algunas publicaciones mencioné al existencia de un "Gran Telescopio Milimétrico" ubicado en la cima del Volcán Sierra Negra en Atzitzintla, Puebla. Sin embargo, no profundicé mucho en el tema dado que aún me encontraba investigando. No obstante, me he hecho con el conocimiento de algunos datos interesantes. El Gran Telescopio Milimétrico es, nada más y nada menos, que el radiotelescopio más grande del mundo. Uno de los instrumentos de medición científica más importantes del planeta y uno de los artefactos más curiosos con los que me he encontrado en mi vida. ¿Curioso? Sí, curioso, es un artefacto muy curioso. La razón de su curiosidad es que se encuentra precisamente en México, y es inesperado que México ocupe el primer lugar en algún tema que no sea obesidad,  más inesperado aún es verlo a la vanguardia de la astronomía en el mundo. Pero esto es una realidad, el Gran Telescopio Milimétrico es un proyecto de relevancia internacional, un proyecto que muchos países desearían poseer, un proyecto que ha cambiado la concepción del universo y un proyecto que representa el gran potencial de una nación menospreciada en muchas ocasiones incluso por sus mismos habitantes. Se trata de nuestro orgullo, nuestro trabajo, nuestro patrimonio... Patrimonio científico de México y patrimonio científico de la humanidad.


Una cuestión importante surge en el momento en que leemos el nombre de este instrumento. "Radiotelescopio", y más aún cuando leemos lo que hace: Lee ondas de radio de 1 a 4mm de longitud. ¿Radiotelescopio?, ¿Ondas de Radio?... Y he aquí algo importante. ¿Qué no un telescopio es un artefacto en el cual simplemente coloco mi ojo sobre una lente y gracias a esta amplifico mi magnitud de visión hasta poder observar lo que acontece en el universo? Sí, sí lo es. Entonces.... ¿Para qué quiero ondas de radio?, ¿Para qué quiero medirlas?, Es más... Vean la foto anterior. No se parece en nada a un telescopio. Parece una antena parabólica. ¡Eso no es un telescopio! Por supuesto que no. No es un telescopio. Es un Radiotelescopio, un artefacto único que ha revolucionado la astronomía como no tienen una idea. No es un telescopio común y corriente.

La imagen anterior es de un Telescopio común y corriente. Se encuentra en el observatorio de Niza en Francia. Gracias al uso de telescopios ópticos y simples como este podemos apreciar fenómenos como los siguientes: 



En la imagen se pueden apreciar una nube de gas caliente y una nube gas atómico siendo emitidas por el sol. Estos 2 fenómenos acontecen a temperaturas superiores a los 8000°K, por lo que poseen una energía térmica y luminosa excesivamente grande, por lo que emiten rayos de luz en magnitudes impresionantes. No es un secreto que la luz se comporta como onda al viajar por el espacio. A diferencia de lo que muchas personas piensan, mientras más pequeña es una onda, mucho menor es su energía. Dado que la magnitud de la luz emitida por estos fenómenos es excesivamente grande, la longitud de onda es excesivamente pequeña. Como estos fenómenos acontecen a muchos millones de kilómetros de aquí, le tomará a la luz varios años llegar a nuestros ojos, no obstante, gracias a la intensidad de la onda, la luz llegará a nuestros ojos como una imagen, una imagen de algo que sucedió hace muchos años, pero una imagen al fin. En cambio... ¿Qué pasa cuando el fenómeno es relativamente frío y no emite cantidades de luz tan intensas? Al llegar a nuestros ojos, no llegará como imagen, sino como luz, dispersa e irreconocible. Lo mismo sucede si la distancia que tiene que recorrer la luz es muy grande, aún cuando la luz emitida sea intensa, si la distancia es muy grande, la imagen se perderá... 

Entonces. ¿Cómo podemos observar un fenómeno muy distante o a una temperatura menor de los 8000°K? Y he aquí el problema... No se puede. Si queremos saber qué pasa más allá del horizonte donde la luz pierde su imagen, necesitamos amplificar otro sentido que no sea la vista. Mucho menos el oido, porque la onda sonora es varios miles de veces más lenta que la e la luz y mucho menos intensa. Entonces... Sólo nos queda el tacto. Y he aquí la diferencia entre un telescopio y el gran telescopio milimétrico. El GTM no ve, no mira, no tiene lente, es ciego. El GTM percibe, el GTM palpa... El GTM siente... Todos estos fenómenos emiten ondas radioactivas. Lo que hace un radiotelescopio es medir la longitud de estas ondas y a partir de esta medición, a partir de estas sensaciones, el instrumento elabora una imagen acerca de cómo cree que sería el fenómeno. Lo importante está en que es una imagen bastante convincente, he aquí unos ejemplos: 



Las imagenes obtenidas con el GTM son de relevancia internacional y han contribuido enormemente al conocimiento que tenemos del universo. Especialmente hablando en la formación de Galaxias y estrellas, fenómenos relativamente fríos. 

Si bien, la importancia del GTM en la astrofísica es indiscutible, ¿qué podemos decir de la astrobiología? Gracias al uso de Radiotelescopios obtenemos información acerca de los compuestos presentes en el universo. Esto nos permite deducir las consecuencias que habrían en la tierra y en sus seres vivos en caso de que ocurriera una catástrofe espacial. Entonces, si la astronomía parecía ser una ciencia que se dedicaba únicamente a buscar el origen del universo, ahora ha evolucionado en una ciencia de prevención, una ciencia futurista, una ciencia aplicada. Unas ciencia cuyo campo de estudio no es sólo el pasado y lo que fue, sino el devenir y lo que podrá ser. 

Pero lo importante aquí es que hoy en día México está a la vanguardia de la astronomía, que México ha probado que puede adquirir importancia internacional y que México ha logrado algo que nunca antes se había visto y que ha revolucionado el concepto de una ciencia. El día de hoy México tiene algo de que estar muy orgulloso y tiene en sus manos evidencia de lo que nosotros como mexicanos podemos hacer. ¡Que viva México y su astronomía, una de las más importantes del mundo!






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