La Escuela de Atenas

La Escuela de Atenas
En el centro podemos apreciar a Platón, sosteniendo el Timeo y apuntando hacia arriba, al mundo de las ideas, y a Aristoteles, con la ética en brazos y apuntando hacia abajo, a la realidad objetiva y lógica, a los alrededores están Pitágoras, Heráclito, Euclides, Ptolomeo, Epicuro y Zenón entre otros.

jueves, 27 de octubre de 2011

Miserable virtud, bendito vicio

Fiestas, sexo, alcohol y tabaco. ¡Malditos sean! ¿Qué sentido tienen? Son puramente superficiales, no traen beneficio alguno, sólo me desvían de mi trabajo. ¡No saben la importancia de lo que hago! Creen que tengo tiempo para ellos, pero se equivocan. No hace mucho encontré otra estrella por saturno y es hora de escribir otro artículo. Además, está ya muy cercano el fin de los tiempos, lo dictan las profecías antiguas y los análisis solares. ¡He de prepararme! Prepararme porque si no me preparo no estaré preparado para prepararme. Y de no poder prepararme. ¿Cómo seguiré trabajando? Maldito placer superficial, lo correré de mi casa, no hace más que fastidiar mi trabajo.
. . .
Al fin, se fueron, ahora puedo seguir con mi trabajo... Pero...  Ese ruido no me deja pensar, ¿quién es? No le conozco, nunca le había oído. Pum pum, pum pum, pum pum... ¿Querrá decirme algo? ¿Qué puede ser más importante que la ciencia? Anhelo el día en que desaparezca. Mi trabajo se lo llevará.
. . . . . 
Al fin se fue, qué bueno, mi trabajo no puede esperar. Ahora estaré preparado, preparado para prepararme. . . . ¿Prepararme para qué?
Nadie respondió.
Un error de programación.

Los vicios no te dejan escuchar a tu corazón, pero impiden que tu trabajo se lo robe. Cuídalo y escúchale  porque sólo él estará para responderte. 

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