La Escuela de Atenas

La Escuela de Atenas
En el centro podemos apreciar a Platón, sosteniendo el Timeo y apuntando hacia arriba, al mundo de las ideas, y a Aristoteles, con la ética en brazos y apuntando hacia abajo, a la realidad objetiva y lógica, a los alrededores están Pitágoras, Heráclito, Euclides, Ptolomeo, Epicuro y Zenón entre otros.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Neutrinos

Si bien, ya sabemos que todo tipo de materia tiene su contraparte antimateria en el universo y que, gracias a Einstein, la materia es energía. Podemos deducir que la materia puede pasar de un estado al otro en determinadas circunstancias, de hecho, esta es la razón por la que puede aparecer y desaparecer materia en procesos espaciales (En contradicción con "La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma"). No es que desaparezca, sino que se convierte en energía luminosa. Sin embargo, también puede cambiar a otro tipo de materia, por ejemplo, los neutrones tienden a volverse protones y electrones, sin embargo, existía un pequeño error dentro del cálculo de la energía que no sólo podría suponer la disrupción de la ley de la conservación de la energía, sino también de la teoría relativa de Einstein. No obstante el error fue solucionado: Cuando un Neutrón se convierte en Electrón y Protón, una pequeña cantidad de masa se pierde... Pues el electrón es ligeramente más ligero que el protón... Sin embargo, no hace mucho se descubrió una nueva forma de partícula: EL Neutrino. Se trata de una porción de masa, sin signo, neutra, que viaja a la velocidad de la luz y pequeña en exceso. Esta pequeña porción representa la masa perdida y no reacciona para generar rayos gamma con su antimateria correspondiente, ya que su comportamiento es similar al de un fotón al viajar a la velocidad de la luz. Otra característica importante es que puede atravesar la materia, por lo que es sumamente dificil analizarlo.

Física Cuántica Relativista y antimateria

Como bien sabemos, la física relativa cambió por completo la manera en la que percibimos el mundo, si antes el universo era un espacio infinito en el que el límite de velocidad era ilimitado y el tiempo invariable, con la intervención de Eisntein descubrimos que el tiempo es una dimensión y puede cambiar en base a la velocidad que lleves, más aún, el tiempo y el espacio van de la mano y cambian conforme la materia lo indica. A la par de esta teoría surgió la teoría cuántica, que pretende explicar todo conforme a un análisis de lo infinitamente pequeño. En vez de considerar un cuerpo como tal, lo consideramos un grupo de partículas y predecimos su movimiento conforme al movimiento de estas en conjunto. 

Estas explicaciones nos permitieron entender y concretar ciertos fenómenos antes incomprensibles. Si bien, cada una es cierta dentro de su campo (lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño), al aplicarse una dentro del campo de la otra resultan chocar y contradecirse. Razón suficiente para que Einstein nunca simpatizara la física cuántica. No obstante, recientemente se ha logrado sintetizar ambas teorías formando así la física cuántica relativista, rama más fuerte hasta ahora.

En 1930, el físico inglés Paul Adrian Maurice Dirac logró deducir una ecuación que describe adecuadamente los fenómenos cuánticos y es compatible con el principio de la relatividad. Se trata de una ecuación capaz de respetar los postulados de la mecánica cuántica y de la física relativa al aproximar las partículas infinitésimalmente pequeñas a velocidades cercanas a la de la luz. Este planteamiento se había intentado hacer antes, sin embargo se había descartado, ya que los protones quedaban determinados por símbolos negativos, inexistentes en la naturaleza.



La grandeza de Dirac reside en que se percató de la posible existencia de materia negativa, es decir, de signo opuesto a la existente. Llamó a esta materia "antimateria" y predijo que al tener contacto con su contraparte positiva ambas se aniquilarían formando rayos gamma (luz de alta cantidad de energía). 


El antimateria es una sustancia inexistente en la tierra pero abundante en el universo, abundante exactamente a la misma proporción que la materia común y corriente, pues para cada protón existe un antiprotón, para cada electrón un positrón y para cada neutrón un antineutrón. Es imposible mezclar ambos estados de la materia, pues con el contacto se desvanecen en la forma más poderosa de energía conocida, rayos gamma. Sin embargo, actualmente es posible generar antimateria con generadores de partícula y evitar el colapso de esta con la materia mediante un sistema de aislamiento al vacío. Los positrones son utilizados hoy en día dentro de la industria médica para hacer tomografías por emisión de positrones. 

La fuerza o la farza del pensamiento

Increíblemente enorme es la proporción de teorías metafísicas que escucho todos los días acerca de la naturaleza del pensamiento, parece ser que a donde sea que mire hay una persona más convencida de la autenticidad de una de estas ideas y son tantas que me hace pensar que se ha formado una moda consistente en inventar las formas en las que tu pensamiento puede influir en tu vida. ¡¡Excelente!! Este es un tipo de ejercicio maravilloso para promover la reflexión, especulación y creación de filosofías de vida. No obstante, no hay que olvidar que todo esto es metafísica, no tiene referentes en la realidad, es pura teoría y suposición, no va más allá de una mera opinión, subjetivo, subjetivo, subjetivo... Lo triste es que todos estos teóricos de un día para otro se vuelven científicos y afirman que toda su teoría está totalmente fundamenta en la física cuántica, y aún más tristemente en "La física cuántica de Einstein" (Ironía ya que la física cuántica no sólo no fue inventada por Einstein, sino que fue criticada por el mismo).

Cada una de estas teorías intenta convencer por obvias razones, desde la más famosa, "El Secreto", hasta las mil y un teorías fundadas por aquellos que tuvieron el atrevimiento de leer a Dan Brown en El Símbolo Perdido y olvidar que, a pesar de lo envolvente de sus historias, él no es más que un autor de ciencia ficción. Recuerdo aún cuando me encontré con el término "Ciencia Noética", si bien, esta ciencia es real, aún hay controversias para llamarla ciencia, precisamente por su carácter metafísico y abstracto. A pesar de que la considero un gran enfoque y puedo llegar a creer en sus postulados, debo dejar a un lado mis opiniones y centrarme en lo que tenemos la certeza de que es real. Lo mismo sucede con "El Secreto", con "Y tu que #$%&@ sabes?" u otras filosofías claramente menos verídicas.

A pesar de que todas estas teorías pueden llegar a sonar convincentes no hay que olvidar defender nuestra actitud crítica. Una vez escuché que la física cuántica estudiaba el pensamiento, pues la conciencia podía generar quantumns, las unidades de pensamiento, y que estos quantumns eran capaces de hacer cambiar la materia y de alterar la forma del universo... Suena interesante... Pero un quantumn no es una unidad de pensamiento y la Física cuántica no es cuántica porque se dedique a estudiar estos pensamientos. Por más convincente que suene esto no deja de ser falso.

Muchos no somos expertos en física, sin embargo, podemos comprobar lo que nos dicen muy fácilmente. Hoy en día tenemos al alcance de nuestras manos cualquier tipo de información que se nos ocurra, basta con entrar a Google y buscar lo que queremos para saber qué es. Incluso Wikipedia es una buena primera opción para darte una idea acerca de qué es o cómo funciona algo. Intentemos no tragarnos lo que nos dicen, ser un poco críticos y verificar lo que escuchamos o leemos.

La ley de la atracción y la capacidad de la conciencia por cambiar el mundo hasta ahora NO son leyes físicas. Si queremos darle una campo a esta "ley de la atracción" será sin duda alguna dentro de las ciencias sociales, pues el pensar constantemente en algo implica determinarte a hacerlo o a luchar por ello y esto definitivamente si puede ayudarte a alcanzarlo. Pero el simplemente pensar en algo no hará que la energía del universo conspire a tu favor para que lo obtengas. Es verdad que el mundo se compone de energía pero la gente suele olvidar o no saber que la energía es la capacidad de algo para realizar un trabajo, es simplemente un concepto abstracto de potencialidad, al afirmar que la materia es energía afirmamos que es potencialidad porque puede convertirse en energía térmica (calor), cinética (movimiento), química, eléctrica, etc. No porque la energía realmente "exista" como tal, nunca hay que olvidar que esta "energía" es un concepto para simbolizar una capacidad, no es un termino para simbolizar algo realmente sustancial en el universo.

En conclusión, hasta ahora el pensamiento no tiene fuerza física oficial, los argumentos científicos escuchemos acerca de cómo el pensamiento afecta la materia y la energía del universo son falsos. Sin embargo, no descarto el valor metafísico, filosófico y psicológico que "El Secreto" y la ley de la atracción tienen sobre la motivación de las personas. Es verdad que el ser positivos y pensar constantemente en lo que queremos nos ayuda a obtenerlo, pero esto es gracias a que nuestros pensamientos influyen en nuestras acciones y nos motivan a esforzarnos por alcanzar lo que queremos, pero NO hay física envuelta en esto.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Somos vacío, somos conciencia

Hace ya bastante tiempo que me encuentro con la gran variedad de teorías científicas, filosóficas y sociales acerca del origen de la vida, sin embargo, nunca había estado tan segura acerca de lo que pienso como en estos momentos. El ser humano, desde que tiene conciencia, se ha visto atormentado por la necesidad de saber de dónde viene, para qué existe y más profundamente aún... ¿Quién o qué es? Millones de filosofías, paradigmas y perspectivas han surgido como respuesta a las preguntas anteriores, no obstante, ninguna ha llegado a explicar total y absolutamente la existencia de la vida en el planeta. La religión ofrece conclusiones, pero en forma de dogmas y exige la fe para su comprensión, la ciencia habla de cuerpo, materia, células y órganos, pero no explica la vida en sí, sólo explica la existencia, y la filosofía nos da argumentos racionales para entender el espíritu, la mente y el pensamiento... Pero resultan incompletos ya que es imposible sentir estos argumentos como parte de nosotros. Finalmente el arte nos muestra la sensibilidad de la vida y la belleza que esta posee, pero no soluciona absolutamente nada, se siente pero no se piensa, no se sabe, no se explica, no resuelve. Entonces...  No podía dejar de preguntarme... ¿Existe algún tipo de pensamiento que pueda unificar todas las sensaciones y necesidades dentro de una única respuesta? Y esta pregunta me acompañó gran parte de mi vida, hasta que descubrí lo que buscaba... siempre ha existido esta respuesta, pero sólo hoy ha podido estar a mi alcance.

La Metafísica y la Religión

Desde muy pequeña fui inculcada en el pensamiento religioso. En muchas ocasiones escuchaba las obligaciones espirituales del hombre y sentía la necesidad de ser fiel a ellas. Me sentía responsable por la muerte de Cristo y la desviación religiosa del planeta, no podía evitar sentir culpa por los problemas del mundo y encontraba su solución en una fuerte devoción a Dios. Más aún, creía en él como causa y finalidad de todas las cosas... Sin embargo, no podía evitar sentirme vacía con esta explicación... A medida que los años transcurrían, la idea de un Dios omnipresente creador de todo y observador supremo del universo, juez de nuestro comportamiento y nuestro merecido, se iba desvaneciendo. El pensamiento lógico inteligente se oponía radicalmente a mi fe católica, ortodoxa, musulmana o cualquiera que practicara, la santa iglesia pretendía dar solución a mis problemas con oraciones y esperanzas, no con acciones o formas reales. Al paso de los años perdí esa fe ciega en Dios. Con el tiempo desarrollé inteligencia y comencé a cuestionar los dogmas estipulados, empecé a sentir ese vacío intelectual que la religión como forma absoluta del mundo suele dejar en las personas, esa sensación abismal de no estar conforme con las explicaciones obtenidas, esa sed de conocimiento, de lógica, de comprensión, esa hambre de ciencia. No importa en que religión o pensamiento metafísico creas, es normal que sientas el vacío intelectual que te deja el dogmatismo dentro de la cabeza. Un vacío que se exige ciencia, pero que no se llena sólo con ella, cosa que entendí tiempo después. No obstante, la humanidad quería ciencia y ciencia obtuvo. Aquí nació la especulación de lo que existe y de la forma en que existe, aquí nació la filosofía.

La especulación del pensamiento


Si bien, ya había tenido experiencia de esta índole, nunca pude entenderla en su totalidad.. De hecho, antes de la religión conocí la especulación. Sin embargo, no comprendí su importancia hasta que haber madurado lo suficiente. La Lógica tomó un papel crucial en mi, ya no me era satisfactorio responder a mis dudas con dogmas, mis respuestas tenían que llevar cierto paralelismo con lo que es posible. Reflexionaba sobre la naturaleza de la vida, su propósito y su origen, sin embargo, millones de respuestas lógicas llegaban a mi mente, y ninguna parecía ser la idónea, además, no podía identificarme con mi mente, parecía que mi conciencia estaba sola, mis pensamientos e ideas eran pura especulación, pero no estaban vivos, no se podían sentir. Recuerdo a Platón y al mundo de las ideas, a la lógica de Aristóteles y sus pensamientos estructurados, a Descartes y el cogito y más profundamente a Sartre y el existencialismo... Sin embargo, nada era suficiente. No obstante, la lógica y la filosofía me abrió las puertas a muchas cosas, me permitió pensar sobre aquello que antes sólo creía, me permitió conocer a fondo muchas cuestiones, sin embargo, la vida no era una de ellas.

Darwin y el origen de las especies


Poco tiempo después de el cisma religioso y existencial que tuvo lugar en mi espíritu escuché la ley de la evolución de las especies. Sabía que eramos producto de un fenómeno llamado "evolución" y que gracias a este dejamos de ser animales y nos convertimos en seres humanos, sin embargo, hasta aquel momento ignoraba los detalles de aquella cuestión. Darme cuenta de que mi existencia era el resultado de un largo proceso de adaptación natural al ambiente representó una de las más grandes revelaciones de mi vida. Ya no cabía duda, sabía de dónde venían los organismos. Sabía por qué se formaban y para qué. Esta satisfacción se hizo aún mayor cuando los avances en la biología me permitieron saber cómo se componían los organismos y la forma en la que funcionaban, más aún, supe cómo se crearon las primeras células. Pero aún no era suficiente... No había respondido mi pregunta, aquel dilema que me martiriza desde que tengo memoria. ¿Qué es la vida? Si bien, Darwin y la biología me describían perfectamente la forma en que trabaja mi cuerpo... No podían definirme exactamente qué es la vida y qué es lo que hace a un organismo estar vivo o no. Los seres vivos provenimos de las proteínas... Pero una proteína no está viva... ¿En qué momento lo inerte se vuelve alma, espíritu y conciencia? No podía entenderlo... La ciencia no tiene la respuesta que busco. Aunque gran parte de mi se contento con esto, otra muy grande seguía divagando entre los 3 aspectos que habían intentado contentarme... La fe, la razón y la verdad.

La física moderna

Si bien, desde muy temprana edad me di cuenta de que existía una armonía en el mundo, también noté que esta armonía era calculable, predecible y posible de comprender. La física es como llamé al estudio de esta armonía, gracias a ella podía comprender por qué las cosas suceden y predecir cómo sucederán... Newton fue uno de mis más grandes maestros, no obstante, tiempo después llegaron unos tales Maxwell y Einsten a mi vida... Me dijeron cosas reveladoras acerca de electricidad, luz, magnetismo y partículas... Sabía que estábamos formados por células y luego por átomos... Pero nunca pensé que estos átomos tuvieran partículas, y más lejos aún, nunca pensé que estas fueran iguales... Mucho menos que fueran energía. A pesar de que esto representó una gran noticia en mi vida, fue más impactante el hecho de saber que estamos formados casi en nuestra totalidad por vacío... La física me mostró una perspectiva del mundo que jamás se me hubiera ocurrido. Pero que aún no respondía mi pregunta... Sin embargo, una vieja amiga logró traer la iluminación a mi alma. La filosofía.

Materia, Energía, Potencialidad y Conciencia 

El hecho de saber que nosotros, materia sólida y densa, estamos formados casi en nuestra totalidad por vacío causó un impacto impresionante en mi. Al principio no podía creerlo, pero luego me percaté de las dimensiones infinitamente pequeñas de las partículas que conforman un átomo... Si una naranja fuera del tamaño de la tierra, veríamos cada átomo como una cereza... No obstante, la mayor revelación viene en el momento que agrandamos ese átomo... Si ese átomo fuera del tamaño de la cúpula de la basílica de San Pedro, veríamos su núcleo como un grano de sal... (El Tao de la física, 1975). Es decir, estamos formados por átomos que son casi en su totalidad vacío... Una nube electrónica que se mueve a velocidades increíblemente altas... Una bola de partículas que, al moverse tan rápido, dilatan el espacio tiempo y llegan a estar y no estar a la vez, es decir, a estar potencialmente en todas partes. Y es gracias a este fenómeno que adquirimos nuestra naturaleza sólida. Somos potencialidad... Pero lo más increíble de llegar a estas deducciones fue darme cuenta de que las partículas actúan en función de la energía del universo, es decir, no podemos considerarnos entes aislados porque una parte de nosotros está en todo lo que nos rodea. Somos todos parte de una gran proporción de energía que es y no es potencialmente. Algo que me resultaba muy familiar...

No hace mucho que la antigua filosofía oriental mencionaba al ser como parte del universo, y el universo como parte de nosotros. Recibía muchos nombres, pero los hinduistas, taositas y budistas tenían razón al concebirnos como una componente del universo. Y justamente como la física cuántica relativista es casi imposible de explicar con palabras, los antiguos orientales afirmaban que para comprender al universo se necesitaba vivir una experiencia espiritual. Afirmaban que este conocimiento no podía ser transmitido con palabras, sin embargo, podía ser enseñado a partir de prácticas mentales y espirituales... El antiguo Oriente encontró sabía desde hace siglos lo que el occidente acaba de descubrir, sin embargo, la respuesta no está totalmente en la cuestión física... Ha de haber una mezcla filosófica en ella para poder sentir la vida y decir que la comprendes. Para llegar a este estado, tuve que darme cuenta de que efectivamente somos energía, que todos somos lo mismo y que somos potencialidad, pero más aún, que somos conciencia, somos parte de una gran conciencia colectiva que es la que permite a la energía volverse materia y agruparse en átomos, formar moléculas, proteínas, células, organismos y ciudades. Hay algo que va más allá de la energía y la materia, algo que indaga dentro de nosotros y nos permite ser, algo que nos hace estar alerta de que existimos y pensamos, que nos permite reflexionar, sentir y comunicarnos. Esa es la fuerza de la conciencia, la fuerza de aquello que mueve al universo, la energía es la manifestación física de lo que la conciencia está consciente...

Pase por muchas etapas, di muchos saltos y tropiezos, muchas vueltas y muchas caídas. Pero al final comprendí que la respuesta siempre estuvo en lo que ya sabía, en lo que creía, en lo que reflexionaba, lo que veía y lo que sentía. La respuesta estaba a mi alrededor, después de muchos años una parte de mi la ha encontrado, y otra parte aún la busca.

Atte. La humanidad. 

lunes, 31 de octubre de 2011

Filosofía es placer

¿Platón? ¿Aristóteles? Grandes genios sin duda alguna. Mentes maestras de la humanidad, semillas del saber y patriarcas del pensamiento occidental. No obstante, dedicaron su vida a encontrar la naturaleza del conocimiento, la relación entre este y la mente y los paralelismos entre lo que es empírico y lo que es abstracto. Sin embargo... ¿Cuál es el significado de una filosofía que pretende explicar el conocimiento antes de la felicidad? ¿Cuál puede ser el objetivo de la vida si no la búsqueda de la felicidad? Los pensadores de la antigua Grecia cometieron el error de suponer la vida como vicio y la solución en el conocimiento. Error grave porque la vida no puede ser vicio, y no puede serlo por el simple hecho de ser vida, el aliento divino que nos diferencia de las cosas inertes. Platón y Aristóteles, grandes pensadores, no estaban ni cerca de Epicuro, único filósofo clásico que reconoció la importancia del placer en la vida. Y que reconocía este placer como una ecuanimidad espiritual, una imperturbabilidad de la conciencia. Una imperturbabilidad que se adquiría por medio de la evasión de excesos y la experimentación moderada de los placeres vitales. Epicuro criticaba tanto los excesos hedonistas como la renuncia a la sexualidad, pues consideraba la felicidad en el equilibrio entre ambos opuestos siempre irracionales. Comportamiento típico en las filosofías orientales, cuyas enseñanzas cada día resultan mostrar paralelismos con los modernos descubrimientos físicos. La importancia de las doctrinas de Epicuro y los antiguos paradigmas orientales reside en el hecho de que muestran la felicidad como el fin último de la humanidad. Si bien, las religiones y pensamientos occidentales predican en su mayoría la muerte y el autosacrificio, Epicuro nos muestra la felicidad y el deleite como virtudes del espíritu. El vicio está en exceder o privar, pero nunca en la experiencia pura y moderada. Principal defensor del Libertinaje y la vida de placeres, Epicuro representa mejor a mi parecer, hasta ahora, a la visión humanista, tolerante y emotiva de las nuevas generaciones del siglo XIX, visión sumamente criticada por unos, y defendida por otros. De cualquier forma, para bien o para mal, visión que sin duda alguna terminará por crecer en el futuro de la humanidad, un futuro, para Epicuro, libre y feliz.

¿Quiénes? Nosotros

No hace mucho tiempo que me encuentro investigando acerca de los avances de la astronomía en México, sin embargo, he llegado a toparme con curiosos resultados: Para mi sorpresa, la vanguardia de la astronomía internacional está nada más y nada menos que en nuestro país. Pero para mi mayor sorpresa... Esta cuestión no me sorprendió en lo más mínimo...

Resulta que esto ya lo sentía desde hace mucho tiempo, lo supe toda mi vida y en cada esquina podía recordarlo, sin embargo, nunca le había prestado la atención que se debe. El hecho de que seamos un país altamente avanzado en cuanto a astronomía y astrofísica no es una novedad... Está en nuestras venas. Siglos atrás, cuando américa aún era morena y los europeos jugaban a los soldaditos, México contaba con grandes profecías, increíbles ritos y extraordinarias costumbres, todas ellas basadas en una cultura firmemente fiel a los astros y sus movimientos. El Pueblo Mexicano conocía las estrellas mejor que ninguno otro... 

Desde la antigua y enegmática Chinchén Itzá hasta los imponentes muros de Teotihuacan, las estrellas aparecen en cada una de las culturas mesoamericanas. La cosmovisión del México prehispánico ha estado por mucho muy adelante de la del mundo moderno. Desde la invasión del viejo mundo, hemos sido enajenados y privados de nuestro patrimonio astronómico, no obstante, siglos más tarde de nuestra "evangelización", hemos venido a percatarnos que científicos importantes han dedicado toda su vida a descubrir lo que nosotros ya sabíamos desde un inicio. El espacio y la masa juntos como un ente variable, la materia compuesta casi en su totalidad por vacío, el ser definido como potencialidad... Todos estos descubrimientos sólo han permitido a la humanidad comprender un poco de la cosmovisión que ya teníamos antes de que el hombre si quiera haya pensado en la posibilidad de dejar la tierra y surcar los vientos.

Calendarios, edificios, pinturas y rituales son algunas de las pruebas que hacen evidente la naturaleza astronómica de los pueblos mesoamericanos. A través de las generaciones han surgido grandes astrónomos contemporáneos en nuestro país, astrónomos que sin duda alguna han contribuido al enriquecimiento científico de la astrofísica del mundo, y astrónomos que seguramente ya se han percatado de que estos avances astronómicos sólo nos sirven para comprender mejor la amplia y avanzada cosmovisión de nuestros antepasados.

Mexico ha sido, es y siempre será un país de astrónomos. Está en nuestra sangre, en nuestra cultura y en nuestro ser. ¿Gracias a quiénes? Gracias a nosotros. 

jueves, 27 de octubre de 2011

Lágrimas Aztecas

Una vida impecable, años de gran esfuerzo académico, océanos de horas estudiando y una infinidad de exámenes perfectos. Estudiante ejemplar, ha llegado la hora de que dejes la vida de salón para entrar al codiciado circulo de millonarios, hora de volar hacia el mundo del progreso fuera del nido materno y de salir en busca de fama y poder dentro del mundo de los ganadores. Hora de que abandones este país de mediocres y encuentres el éxito que te mereces ayudado al extranjero a explotar las riquezas de aquella tierra a la que todo debes, de aquella tierra que te vio crecer, que te educó, que te castigó cruelmente y que nunca dudó en mantenerse afirme ante tus debilidades. Ha llegado la hora de que tú, gran profesionista, te alejes de esta nación de pobres y apestados para crecer individualmente con la ayuda de aquellos que te criticaron y menospreciaron mientras crecías y salías adelante. ¡¡Sigue adelante pequeña Malinche!! Tu traición traerá grandes beneficios a tu persona, tu país sólo es otra piedra en tu camino, piedra que estás seguro te hará tropezar si te paras sobre ella, pero piedra que sin duda alguna te sirvió de apoyo para levantarte mientras caías. Pero claro... ¿Cómo olvidar que no es tu culpa? Los gobernantes son pésimos, el ayuntamiento no sabe trabajar, la inversión científica es nula y no hay solución alguna para nuestros problemas. Es mejor dejar a Slim quitarnos nuestro dinero, al fin y al cabo, es un orgullo tener al hombre más rico del mundo cuando la mitad del país se hunde en pobreza extrema. Dejemos a Televisa cosechar basura en nuestra gente con sus mentiras y telenovelas. Dejemos al narcotráfico apoderarse de esta tierra porque, no tiene solución, es mejor huir al extranjero, sonde podemos darnos una vida mejor y más cómoda explotando al tercer mundo. No importa que personas como Guillermo Haro y Octavio Paz hayan dedicado su vida para poner en alto el nombre de su país, que instituciones como el INAOE dediquen su tiempo, presupuesto y aptitudes para darle  renombre a esta nación de guerreros con grandes, complicadas e inconcedibles estructuras, no importa que millones de personas den todo de si mismas todos los días con la esperanza de que este país tome rumbo hacia al frente. Siempre es más fácil decir que no se puede y evitar pertenecer al grupo de los fregados que se dan a la tarea de chingarse cada día en el nombre de la fé en México... Pero haces bien, porque en esta nación de luchadores no hay espacio para aquellos que se rinden y  abandonan a su madre porque ya no pueden cargar con ella. Tu derramas las lágrimas aztecas, pero aquí estamos nosotros, los mexicanos, para limpiarlas y darle una sonrisa a este país, para chingarnos y empujar nuestra tierra hacia delante, para limpiarnos el sudor y volver al trabajo, pero sobre todo, para decirle gracias a este país que tanto nos ha dado.
¡¡Viva México!!
¡¡Viva la fé!!
¡¡Viva nuestra patria!!
¡¡Vivan los mexicanos!!